No entendí.

Los intentos de convencer a una compañera de quedarse algunos minutos "más de la cuenta" antes de nuestros regresos fueron infructuosos. La escena, tras el término de la etapa estudiantil que ya hace más de una semana es un simple recuerdo, es un adelanto del cambio que me gustaría alcanzar con el diálogo en las personas; una tarea que puede caer, lamentablemente, en los límites de la mera ilusión.Si es difícil reducir la búsqueda de bienes materiales en la mente de los demás, un punto que supuestamente también tratan de conseguir organizaciones espirituales muy potentes y con muchos recursos, se vuelve costoso imaginar los esfuerzos que se deben desplegar para solamente hacer entender que aferrarse al pasado puede ser una limitante en vidas presentes. Lugares, ambientes, personas que alguna vez se adaptaron a la personalidad propia (y que se nos hace cómodo mantener aún cuando la factibilidad presente sea mísera) o que simplemente pertenecen a la familia (con las concepciones de "amor" tan vagamente comprendidas, lo que para demasiados es ofensa debería ser motivo de orgullo); todos en momentos determinados muestran su rostro realista (que normalmente igual evitamos mirar), impidiendo como cadenas y grilletes nuestro avance fluido o un simple momento agradable aquí y ahora.
Tú eres futuro, por lo tanto aún no estás aquí. Y ustedes son pasado, así que no pueden adelantarse a la nostalgia que hoy me provoca el no sentirles a mi lado...


(escrito en casa, hace un par de días... Las vacaciones me tienen lejos de cualquier pc, en agosto regreso)