Suspendido, atrapado, ansioso, vago.

Fuera de la actividad principal - el estudio - queda tiempo para pensar en el camino recién recorrido.
Luego, ya no hay vuelta atrás. Los pasos dados me impiden regresar al estilo cerrado y silencioso que tan útil fue en épocas de lucha por objetivos "concretos". Si insistiera, perdería demasiado...
La próxima vez que pise el suelo que me ha recibido al ser insuficiente el propio para salir adelante, será para iniciar el juego de los rostros adoloridos. Para no creer que esa expresión es la natural del ser humano, necesito la cercanía de caras sonrientes, ojos apasionados, armonía entre virtud y desdicha. Y, más que miedo a no tener esas oportunidades (afortunadamente... puedo decir que solo no estoy), es a caer en aversión a la luz.
Mientras no llegue el dia, seguiré durmiendo, comiendo y viendo tv.

Mis felicitaciones a Italia, al parecer su triunfo me favoreció... jajajajaja.